jueves, 9 de enero de 2014

NUESTRAS ALEGACIONES A LA SÍNDIC DE GREUGES DE LA GENERALITAT VALENCIANA

Publicamos las alegaciones que hemos remitido a la Síndic de Greuges en el procedimiento abierto a raíz de la queja remitida a esta institución contra la iniciativa de destierro de las Asociaciones de Mujeres de Martínez Cubells de Valencia. 


Queja núm. 1318904


A LA ADJUNTA PRIMERA DEL SINDIC DE GREUGES


Estimada señora: Cumpliendo el trámite de alegaciones al escrito presentado por la Secretaría Autonómica de Familia y solidaridad, venimos a manifestar lo siguiente:

Que no es cierto que las asociaciones de mujeres que tienen su sede en el piso de Martínez Cubells lleven a cabo sus actividades desde hace más de 15 años, sino más de 25. Inicialmente  (año 1989) estuvieron ubicadas en la sede de la propia Dirección General de Familia y Mujer en la calle Náquera, trasladándose después a otra en la calle Pizarro y, dos años más tarde, nos trasladamos a la actual sede de Martínez Cubells.

Que, efectivamente, la Generalitat Valenciana, se hace cargo del pago del arrendamiento y de los otros gastos a los que se alude en el escrito, pero a eso se limita actualmente su contribución material  ya que, hace dos años nos fueron rescindidas  las  “magras” subvenciones anuales que apenas alcanzaban para retribuir de manera casi simbólica a algunas profesionales que colaboraban con nosotras. Contrasta esta política tan cicatera con la que se aplica a otras asociaciones de mujeres que reciben importantes subvenciones (TYRIUS, CAVAS, etc.). A coste cero para la Administración, nuestras asociaciones atienden a más de 1.700 mujeres al año entre talleres, ayuda psicológica, información sanitaria, asesoramiento legal, formación educativa, prevención para la violencia, etc. Solo pedimos un lugar en donde poder seguir atendiendo a las mujeres con la dignidad que se merecen.


Con esta absoluta precariedad económica hemos seguido con nuestro trabajo, contando con la desinteresada colaboración de algunas profesionales y, guiadas por nuestras convicciones, hemos seguido perteneciendo al Consejo Valenciano de la Mujer, tratando de modular el sesgo regresivo de la Generalitat Valenciana en las políticas de igualdad, lo que a la vista de los resultados, no ha sido más que un vano ejercicio de voluntarismo.

Por lo que a las asociaciones de mujeres con sede en Martínez Cubells respecta, esta situación de mínimos, su punto de inflexión se materializó hace unos dos años. Desde entonces, la actitud de la Consellería de Bienestar Social para con nuestras asociaciones ha fluctuado entre la ignorancia, la displicencia y la hostilidad, como hemos puesto reiteradamente de manifiesto ante todas las instituciones, organizaciones políticas y sociales, medios de comunicación y ciudadanía en general, mediante escritos, entrevistas y plataformas de recogidas de firmas en apoyo de nuestras reivindicaciones.

Es necesario dejar constancia, para evitar equívocos, que es la G. V. quien desea rescindir el contrato de arrendamiento y no la propiedad.

Que, aún siendo un gasto exiguo el que generamos a las arcas públicas, en relación con la rentabilidad social de nuestro trabajo, siempre hemos estado receptivas a los argumentos del ahorro presupuestario y nunca nos hemos opuesto a trasladar nuestra sede a locales que fueran de propiedad pública, siempre y cuando fueran adecuados a los fines de nuestras asociaciones.

Que en aras de brevedad, nos remitimos a toda la documentación obrante en su poder para desvirtuar las supuestas excelencias y potencialidades de la sede que la Consellería nos ofrece. Es cierto que tiene muchas más dependencias y, por ende, mayores posibilidades de realizar actividades tales como a las que se hace referencia en el escrito de la Secretaria Autonómica. Pero esos son argumentos de carácter genérico que no tienen en cuenta las características, necesidades y posibilidades de las usuarias y tampoco tienen en cuenta los fines de nuestras asociaciones y la potenciación y el desarrollo de las mismas. El piso de Martínez Cubells ya es un punto emblemático de encuentro para las mujeres, producto del arraigo y la consolidación que ha adquirido tras más de veinticinco años de trabajo ininterrumpido.

Por otra parte, no es cierto que el chalet de la calle Antonio Maura esté bien comunicado. Se puede acceder mediante las líneas de autobús y metro que se citan, pero hay que andar un buen tramo desde las paradas respectivas y la línea 63 solamente funciona en periodo lectivo. Además es un lugar situado en el extrarradio de la ciudad, lo que obliga a las usuarias a invertir mucho más tiempo y dinero para acceder a él. Es cierto que tiene una zona de aparcamiento, pero bien podría carecer de él, ya que la mayoría de nuestras usuarias tienen unas condiciones económicas precarias y no pueden permitirse disponer de un vehículo propio para desplazarse.

En cuanto a los horarios de uso del local por las asociaciones, no son los que se recogen en el escrito de la Consellería. Se refieren a la sala de reuniones que es de uso común, ya que el resto de las dependencias (despachos) se utilizan prácticamente a cualquier hora, incluso hasta las 21:00 horas de forma habitual.

Queremos poner en su conocimiento que, ante la resistencia a trasladarnos a esa sede, la Consellería nos ofertó otro local, del que nada se dice en su escrito, que rechazamos con mayor firmeza porque, aun siendo céntrico, por estar situado en la calle Mare Vella (Barrio del Carmen), se trata de un inmueble carente de las mínimas condiciones de dignidad, por insalubre e inaccesible, al tratarse de un tercer piso sin ascensor, con escaleras impracticables y sin ninguna posibilidad de acometer reformas para instalar un ascensor.

Puesto que se trata de un local de pública concurrencia, de carácter social, que reunirá a usuarias entre las que se encuentran mujeres de todas la edades,  diferentes condiciones físicas y estados de salud (AMCOVA, asociación de mujeres afectas de enfermedades oncológicas), un tercer piso sin ascensor supone una barrera arquitectónica insalvable para muchas de ellas, lo que les imposibilita el acceso a las dependencias de las asociaciones. Por lo tanto, el local en su estado actual no es apto para el desarrollo de las actividades que allí se deberían llevar a cabo y nunca debería haber sido propuesto por la Consellería de Bienestar Social, organismo público que debe velar por la igualdad y universalidad en el acceso y uso de los servicios y la aplicación de las normas que los defienden, en vez de establecer condiciones físicas discriminatorias para el aprovechamiento de los mismos.

Cuando todos estos argumentos le fueron trasladados a la Consellería, mediante el escrito que adjuntamos de fecha ........, se nos respondió con otro de fecha ......, que también adjuntamos, utilizando argumentos demagógicos y sonrojantes, como se desprende de su lectura y con la única finalidad de generar división entre las asociaciones e, incluso, invitando a quien quisiera a ejercer acciones para esclarecer la representatividad de las firmantes de nuestro escrito. Lo firmaron solo dos asociaciones, con el conocimiento y aquiescencia del resto, dada la premura con que hubo de ser redactado por el periodo festivo en que nos encontramos y porque algunas de las asociaciones habíamos recibido un burofax de la Consellería requiriéndonos para entregar las llaves del piso de Martínez Cubells antes del día 31 de diciembre de 2013. Hay que añadir que la Consellería ha dejado de prestar el servicio de limpieza del piso.

Es cierto que tres de las asociaciones, concretamente SINA , PRIM y COMARES, han decidido aceptar la oferta de la Consellería, pero hay que aclarar que estas tres asociaciones solamente están ubicadas allí desde hace poco tiempo y las condiciones de sus asociadas son totalmente distintas a las del resto.

La denodada lucha que las asociaciones con sede en Martínez Cubells seguimos manteniendo para seguir allí o, alternativamente, para que se nos proporcione otra ubicación de similares o mejores características, tiene  para nosotras un calado muy profundo, que no es otro que la dignidad de las mujeres, de TODAS LAS MUJERES Y AÚN MÁS de las que la vida  ha golpeado muy fuerte y que con un esfuerzo increíble, tratan cada día de seguir adelante  con sus propias "fortalezas" , que son muchas. No podemos trabajar con ahínco para  ayudarlas a que afloren  esas fortalezas y luego,  meterlas en un lugar que les envía subliminalmente el mensaje : "Esto es lo que merecéis.... "  ¡Y gracias!.

El aceptar sumisamente este nuevo golpe que se quiere asestar a los derechos de las mujeres, trasladándolas al extrarradio de la ciudad de Valencia, sería el equivalente a reconocer que todo el esfuerzo realizado durante tantos años por nuestras asociaciones ha sido inútil. Con su acción de gobierno, la Consellería nos ha puesto en la disyuntiva de elegir entre el exilio y la intemperie.

Si esta situación no consigue solucionarse, algunas de nuestras asociación nos veremos abocadas a la desaparición o a la irrelevancia, ya que ubicadas en un lugar tan periférico e inaccesible, en la práctica, nos veremos imposibilitadas de que nuestra acción y nuestros servicios puedan beneficiar a los colectivos de mujeres a las que van dirigidos y que, en su mayoría, están constituidos por personas con escasez de recursos económicos y con situaciones personales y familiares precarias, cuando no con graves problemas de salud. No podemos tolerar un ataque tan frontal contra la dignidad de las mujeres.

Para concluir, creemos que con toda la documentación obrante en su poder, con las alegaciones que aquí efectuamos y con los documentos que acompañamos, existen sobrados motivos para acudir a su amparo, ante lo que consideramos una actuación caprichosa y arbitraria, a fuer de injusta, por parte de la Consellería de Bienestar Social e inste a la Administración para que siga manteniendo el piso de Martínez Cubells o, en su caso, nos facilite otro de iguales características.

En Valencia para Alicante, a 7 de enero de 2014.


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